Un magro comienzo es el que ha tenido Everton este 2018. De 5
partidos jugados sólo ha ganado uno y ha perdido 4, incluyendo un
partido de Copa Sudamericana el cual parecía tener controlado. Además de
no darse los resultados, tampoco se está viendo un buen juego, al cual
nos tenían acostumbrados los dirigidos por “Vitamina”. En otras
ocasiones tal vez no se daban los resultados, pero lográbamos imponer un
estilo de juego y crearnos oportunidades de real peligro en la portería
contraria.
Lo que vimos el domingo pasado en el Estadio El Teniente, es uno de
los puntos más bajos desde que Everton volvió a Primera División y y uno
de los peores partidos en la era de Pablo Sánchez (junto con el duelo
ante Palestino en La Cisterna por el Clausura 2017). Everton tuvo sólo
un remate al arco “audino” en el primer tiempo y en el segundo sólo se
limitó a algunas aproximaciones las cuales no inquietaron al portero
rival. Por su parte, Audax Italiano, logró penetrar la defensa
evertoniana en varias ocasiones, demostrando que lo que parecía ser una
de las fortalezas de Everton, tampoco está funcionando este año. Muchas
imprecisiones en la salida, fallas en las coberturas y en las marcas en
plena área están marcando estos primeros partidos de los viñamarinos. Lo
que más impacta es que el baluarte de la defensa y héroe en varias
ocasiones, Cristian Suárez, también falle y de un error de timing en un
cierre, haya salido el gol de Audax. Porque en el segundo tiempo, cuando
parecía un partido cerrado, un contragolpe por la izquierda de la
defensa, con un Zúñiga adelantado, un mal cruce de Suárez, la perdida de
la marca de Velásquez y la lejanía de Alucema sobre el único jugador
“italico” adelantado, marcó el desequilibrio en un encuentro poco
vistoso.
“Vitamina” probó algunas variantes en este partido, pero poco
pudieron hacer en un pésimo rendimiento colectivo. Lo más destacable es
el debut de Leonardo Figueroa, el portero que había llegado en primera
instancia a ser suplente de un Eduardo Lobos, pero gracias a los errores
de éste, pudo hacerse del arco “oro y cielo”. Con un par de buenas
intervenciones y mostrándose solvente en el juego con los pies, algo tan
requerido en estos tiempos, Figueroa pasó la prueba y se ganó por lo
menos otra oportunidad como titular. Ignacio Ibáñez fue otro que tuvo su
debut en la oncena inicial. El extremo proveniente de Ñublense, sólo
mostró algunos destellos de lo que lo hizo destacarse en Chillán. Se
sumó a las imprecisiones en las entregas de balón, pero demostró que
posee una gran velocidad, la cual debe aprovechar, junto con encarar
más, cuando tenga alguna otra oportunidad de sumar minutos. Gino Alucema
fue otro de los que inició el encuentro e hizo su debut este año,
supliendo la ausencia de Camilo Rodríguez como lateral derecho. El
quilpueíno también cayó en el bajo nivel del equipo y se mostró bajo en
la marca, algo que sorprendió debido a que es una de sus fortalezas.
Autocrítica de los jugadores y el mismo DT, es lo que ha marcado el
inicio de la campaña, pero uno como hincha tiene el afán de buscar más
allá. ¿Será este un plantel corto?. La falta de refuerzos de jerarquía
es lo que más ha sonado entre la parcialidad “oro y cielo”, junto con
que las incorporaciones que han tenido la oportunidad de jugar, no han
dado el ancho. Ni Bueno, ni Ibañez, que son los que más han sumado
minutos, han tenido buenas presentaciones. En un equipo, que al
contrario de la temporada pasada, ha tenido muchas bajas, tanto por
lesión o suspensiones, las alternativas no han cumplido con lo que se
espera y por ahí está uno de los problemas. También sabemos que para un
equipo es muy difícil mantenerse luchando arriba por mucho tiempo y no
es porque los jugadores bajen su nivel. Los rivales ya van conociendo a
los jugadores y las estrategias y es necesario encontrar variantes. Es
esta reinvención la que le ha costado a Everton en este inicio de año.
Los rivales ya conocen los circuitos por donde circula el balón en los
viñamarinos y están cerrando muy bien las salidas, provocando demasiados
pelotazos sin destino y la pérdida fácil del balón. A Juan Cuevas, que
tuvo un gran torneo pasado, le tomaron la mano, cerrándole los espacios
para arrancar con el balón y manteniéndole una marca escalonada para
cuando logra sacar alguna ventaja. Ochoa, que destacó como uno de los
mejores extranjeros el año pasado, ahora tiene marca encima y no ha
podido romper líneas, además de también vérsele cerrados sus carriles de
pase hacia la zona ofensiva.
Pero el fútbol siempre de oportunidades de reivindicarse y la próxima
la tenemos este viernes, de local, ante San Luis de Quillota. Los
“canarios” llevan 4 puntos en el torneo y vienen de 2 derrotas
consecutivas, así que éste será un “duelo de necesitados”, como así le
gusta llamar a la prensa formal. Everton seguirá con la ausencia de
Camilo Rodríguez por suspensión, pero podría sumar a Francisco Venegas
en la retaguardia, ya que esta semana comenzó a entrenar normalmente.
Día viernes en que el pueblo “oro y cielo” debe hacerse presente para
animar al equipo a salir de este traspié, del cual estamos seguros que
se saldrá próximamente porque hay un plantel “picado”, con hambre y
ganas de enmendar el rumbo.
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