Hasta que llegó el día del debut por el Torneo Nacional, y aunque cueste aceptarlo, no alcanzó con mantener la base del plantel, para quienes aún extrañamos la noche oro y cielo y esperábamos refuerzos, el partido del domingo nos dio la razón: Everton está en deuda.
Del partido no hay mucho análisis que hacer, ausencia obligada de Lucas Mugni por suspensión, de Patricio Rubio por falta de fútbol, de Francisco Venegas por lesión y de Jaime Carreño que no continuó para este torneo, el resto el mismo equipo que Pablo Sánchez utilizó de titular la temporada pasada, pero en la cancha no se notaba una sincronía, por el contrario, el cuadro viñamarino tenía poco el balón y se veía incómodo buscándolo, el cuadro nortino controlaba la mayoría de las jugadas y fue de menos a más, tanto así que a pesar de que nosotros abrimos la cuenta a través de Óscar Salinas, Iquique empató el lance al minuto y posteriormente manejó el partido aumentando el marcador, el golazo de Orellana vino a aumentar la ansiedad, pero no era una muestra de lo que pasaba en cancha.
El planteamiento Oro y Cielo fue tan mezquino, que hicimos ver a Becerra como si fuera Batistuta, cuando en realidad todos sabemos que es un centro delantero tronco, pero con garra y corazón. La defensa de Everton entregaba todas las licencias a un encendido equipo celeste, el costado derecho fue el lugar preferido para entrar y hacer daño, donde Nicolás Peñailillo pasó muchas veces, dejando en evidencia la baja de nivel de Camilo Rodríguez que hace rato no es prenda de garantía como defensa y además, tampoco es un apoyo por la banda hacia el ataque, a eso se le suma el bajísimo nivel exhibido por el capitán Marcos Velásquez, que se vio sobrepasado en todo momento, además de ser el responsable directo en dos de los 3 goles iquiqueños. Otro visitante ingrato fue nuestro ex Espartano, Matías Blásquez, que tapó todo lo que pudo, cubrió su zona de manera impecable e impidió el ataque de nuestros delanteros, tal vez para ellos era el partido de los picados y esa cuota extra de motivación aportó para que Iquique se llevara los 3 puntos, demostrando que tal vez fue una pésima decisión no renovarle.
Un equipo sin ideas, con poca velocidad y mala transición del balón, ésta vez las culpas fueron compartidas, no hubo solidez en el medio campo, la defensa sobrepasada en muchas ocasiones y más individualidades que equipo en delantera, hacen pensar que aún faltan muchos ajustes para que este Everton 2018 vuelva a ser el equipo que nos ilusionaba el 2017, más pensando en que se viene el partido con Caracas FC por Copa Sudamericana y sobre todo, recordando que el torneo nacional este año es de dos ruedas y que a mitad solamente podrán hacerse 3 incorporaciones, por tanto es muy importante que el equipo ya se encuentre afiatado y sobre todo que se demuestre que la falta de incorporaciones se debe a que no son necesarias, algo que con este partido es difícil de creer.
De las nuevas caras, podemos decir que se siente que las incorporaciones no son más que los que se fueron, que en su mayoría eran suplentes y eso es harto decir, pero el ingreso de Bueno fue muy tibio, se le vio con poca personalidad y bastante livianito, la defensa Celeste no tuvo problemas para anularlo, además en el equipo rival se encontraba Becerra haciendo el mejor partido que se le ha visto en el Sausalito (y tal vez de todo el 2017), inevitable hacer la comparación, en esta pasada y con lo demostrado en este partido, ganó el chileno-argentino por paliza. El resto de las caras nuevas, pasan por los canteranos que en este torneo deberán mostrar que son una opción más que válida, aquí destacar el golazo de Diego Orellana, que entró en el segundo tiempo y mostró muchas ganas, además algo que falta en la zona media: pierna fuerte, metió y pegó harto, demostrando que la pasada en Calera le ayudó al tener ritmo de partidos. Luego, Pedro Sánchez, quién debe ser el canterano más querido por la hinchada, además de ser sub-20, por lo que para el DT será una opción casi imprescindible; Sánchez le puso ganas y harto empeño, fue de los que más quitó y pinchó pelotas, pero aún le falta harto para ser considerado titular. Por lesión de Camilo Rodríguez, ingresó Gino Alucema a cubrir la banda derecha, lugar que no es su posición natural, pero que desde hace tiempo viene ocupando y eso se notó, Gino es un perro en el medio campo, pero en la orilla se ve tosco, poco hábil con la pelota y eso se nota en la cancha, pero lamentablemente para él, las opciones de entrar en el medio son escasas y en estos partidos debe aprovechar de mostrarse. El otro jugador que volvió a vestir de guata amarilla fue Álvaro Madrid, quién tuvo un partido parejo, sin sobresalir, cumpliendo en lo solicitado, pero muy al debe en lo que más se le pide a alguien que es de Casa: Garra y esfuerzo.
No estoy por matar a los canteranos, porque no se lo merecen en ningún caso, pero creo que en un equipo donde son pocas las opciones de entrar a la cancha siendo de casa, este año deberán salir de la burbuja y matarse por entero en cada partido que les toque jugar, demostrando que los torneos ganados en la Sub-19 no son casualidad y que siempre hay un elemento extra que los refuerzos no traen, que es el amor a estos colores.
Debut lleno de dudas y sobre todo muy amargo, pero es demasiado pronto para saber si la apuesta del Grupo Pachuca de no traer refuerzos de renombre y recuperar a muchos de los formados en casa dará resultados, por ahora seguimos confiando en el trabajo de Pablo Sánchez y en su capacidad de aprender de los errores, además en el amor propio de los jugadores para cambiar la imagen que mostraron el fin de semana, pero no olvidemos que, a pesar de ser pronto, este año bajan dos equipos y que no hay liguilla para salvarnos, hay un camino bastante largo por recorrer y muchas cosas por mejorar, por nuestra parte ahí estaremos para alentar y para apoyar… pero no abusen sí!
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