martes, 27 de junio de 2017
EVERTON CELEBRÓ SU ANIVERSARIO 108 EN EL ESTADIO SAUSALITO
Con
motivo de la celebración del 108 aniversario del Club de Viña del
Mar se realizó una ceremonia en el Estadio Sausalito, con presencia de autoridades como la Alcaldesa de Viña del Mar, Virginia
Reginato y el presidente honorario de Everton, Antonio Bloise, entre otros.
Fotografía: vinadelmarchile.cl |
Todo comenzó
con una foto en el círculo central de la cancha, en donde estaba un marco donde
se hacía notar los 108 años. Prosiguiendo con la ceremonia, se restauró una placa conmemorativa, que recuerda a los jugadores
de Everton FC que lucharon en la 1ra y 2da Guerra Mundial.
En el salón VIP del Estadio Sausalito se realizó el acto en donde
se mostraron videos y donde también hablaron la alcaldesa Virginia
Regginato y el Presidente de Everton, Pedro Cedillo. Aquí se anunció la
ampliación del CDE, en el que se iniciarán los trabajos en el segundo
semestre de este año. Los trabajos buscan mejorar todo en cuanto a las divisiones inferiores del club, con la creación de la "Casa del Jugador", la cual albergará a los jóvenes que vengan de diversos lugares del país a hacer sus primeras armas en las series juveniles de Everton.
También
se aprovechó de presentar a los cuatro jugadores que se integrarán
como refuerzos para el Torneo de Transición y para la Copa Chile del presente año, quienes son Lucas Mugni, Óscar Salinas, Jaime Carreño y Juan
Cuevas. Según comentó la dirigencia, se está a la espera de un “9” de área que se definirá
en el futuro cercano.
El
cuadro ruletero comandado por Pablo “Vitamina” Sánchez partió el día domingo 25 de Junio hacia La Serena para hacer la pretemporada.
Escucha aquí las declaraciones de los refuerzos:
Jaime Carreño:
Oscar Salinas:
Juan Cuevas:
Pablo "Vitamina" Sánchez:
miércoles, 7 de junio de 2017
Relatos de Tierras Cafeteras
Corría el 31 de
Enero y todos los evertonianos estábamos expectantes sobre quien
sería nuestro rival en Copa Sudamericana. Tantos años sin llegar a
un torneo internacional y muchos ansiábamos saber el destino que nos
esperaba, ya que una buena cantidad de hinchas ya tenía decidido
acompañar a Everton al país donde le tocara jugar. Patriotas de
Boyacá fue el rival, un rival sin experiencia en torneos
internacionales y con poca historia a su haber; salvo el 2011 haberle
ganado una llave al poderoso América de Cali y haberlo mandado al
descenso. Curiosamente esa llave la ganaron 4-3 en lanzamientos
penales.
Luego del sorteo,
muchos comenzamos a comprar los pasajes y a estructurar el viaje, ya
sea quedándose en Bogotá, Tunja o algunos dándose el placer de
visitar playas tropicales. Como si nada llegó el primer partido en
Viña, donde el “oro y cielo” logró una pequeña ventaja sobre
los “lanceros”, que dejaba un partido de vuelta muy abierto. La
espera se hizo eterna hasta fines de Mayo, pero finalmente llegó el
momento de emprender el viaje a tan lejano país, al que alguno de
nosotros nunca se imaginó viajar. Más de 4 mil kilómetros fueron
los que tuvimos que recorrer (algunos incluso a dedo) para ver a
nuestro amado Everton y apoyarlo como se merece.
En la noche previa
se vivía la ansiedad. En Bogotá se quedaron muchos hinchas y de
repente se sentía como estar en casa, ya que habían muchas caras
conocidas y el azul con amarillo dominaba por donde uno alzaba la
vista. Los preparativos estaban listos. Lienzos, bombos, globos y
buses arrendados estaban listos para emprender el viaje hacia el
estadio.
Llegó el gran día
y en Bogotá desde temprano se sintieron los cánticos, mientas los
colombianos miraban extrañados por tanto fervor que podía provocar
un equipo que venía de tan lejos. El viaje fue cargado de mucha
ansiedad. Al rededor de 2 horas y media duraron los recorridos de los
buses que salieron desde Bogotá; mientras que algunos ya estaban en
Tunja o provenían desde algunos otros lugares de Colombia.
El día anterior se
había hablado que la ciudad de Tunja iba a realizar una buena
bienvenida a los hinchas “oro y cielo”, pero en la mente de
ninguno estaba el excelente trato con el que nos íbamos a encontrar.
Al llegar a la ciudad los buses eran escoltados por policías
motorizados hasta un centro deportivo, donde al llegar ya se sentía
un ambiente especial. Personal del municipio de la ciudad, policía,
además de directivos e hinchas de Patriotas nos esperaron con una
tremenda bienvenida. Un pequeño almuerzo, además de unas hermosas
palabras que nos dedicaron, marcaron un hecho que quedará marcado
para el resto de las vidas de quienes tuvieron la oportunidad de
estar ahí. Palabras de buena crianza entre todos los involucrados
acompañaron todo momento. Todo quedó plasmado en una fotografía
donde todos los presentes se mezclaron para simbolizar la hermandad
entre ambos equipos y ciudades tan lejanas. Incluso un partido de
fútbol se llevó a cabo entre colombianos y chilenos.
Llegó la hora de ir
al estadio y los evertonianos desde muy temprano se hicieron
presentes. Cabe destacar el buen trato de la policía local en todo
momento, que tuvo mucho criterio para el traslado, la revisión y
también durante el partido.
Cayó la noche y el
frío intenso empezó a azotar las tribunas, contando además los
efectos de la altura que se notaban al hacer algún esfuerzo físico.
La entrada de los equipos se hizo espectacular con los gritos de
ambas hinchas y el show pirotécnico que duró unos cuantos minutos.
El partido comenzó
con los hinchas muy esperanzados por lo que podía hacer Everton,
pero luego se tornó en preocupación porque los locales hicieron lo
suyo y se quedaron con el partido en el tiempo regular. La tanda de
penales estuvo llena de nerviosismo, ya que los equipos
intercambiaron ventaja y lamentablemente terminó como todos sabemos.
La tristeza se notaba al rededor, además de algo de rabia ya que se
perdió una excelente oportunidad de seguir avanzando. El abandono
del estadio fue silencioso y la salida de la ciudad fue tranquila,
con felicitaciones y saludos a los hinchas de Patriotas que nos
despedían de buena manera. Cabe destacar la buena relación en todo
momento con los hinchas locales, tanto en la previa, durante y
después del partido. Los cambios de camisetas, saludos y
conversaciones fueron frecuentes; quedando con la sensación de que
lo que se vivió es un ejemplo de como hay que vivir el fútbol, ya
que la rivalidad sólo se da durante los 90 minutos de partido y
luego todos volvemos a ser amigos, hermanos o que por lo menos nos
respetamos como personas e hinchas del deporte.
Un mal resultado en
lo deportivo, que deja con un sabor amargo sobre lo que pudo haber
hecho Everton, pero una gran experiencia para el espíritu haber
compartido con gente con tanta amabilidad, además de los hermanos
evertonianos que nos acompañamos durante todo momento.
Everton fue verdugo de Coquimbo Unido en categorías Sub 17 y Sub 19
El domingo 4 de junio se disputaron los partidos de la Sub 17 y Sub19 validos por la decimoquinta fecha del fútbol joven en el Complejo Deportivo Everton.
Primero fue el turno de la categoría Sub 19 que en un encuentro que si bien se veía dominado por los “ruleteros” a ratos los del norte complicaban y se vio reflejado en el marcador, partido que fueron ganando 2 goles a 0 con goles de los Leiva, Matías y Eduardo le daban la victoria a los dirigidos por Orellana, pero en el segundo tiempo los “piratas” no se la harían nada de fácil al “ever for ever” y fue en el segundo tiempo donde Juan Espinoza desde el punto penal decretaría el 2-1 con el cual finalizaría el encuentro.
Por su parte, la Sub 17 dirigida por Cristian Uribe haría lo propio y goleó a los “aurinegros”. Con un primer tiempo bastante apretado y donde Coquimbo Unido pudo abrir el marcador gracias a las desatenciones en la última línea evertoniana, pero como en el fútbol los goles se hacen, fue Everton quien se iría al descanso con la ventaja de 1 a 0 con gol del central Cristian Díaz que conectó un centro y de volea la mando al fondo de las redes coquimbanas.
En el segundo tiempo se vio un Everton muy sólido en todos los aspectos y eso lo plasmaron en el marcador anotándole tres goles más a los de la cuarta región que por si fuera poco sufrieron la expulsión de Torrealba que con una patada descuadrada tuvo que irse a las duchas. Posteriormente con goles de Felipe Alfaro, Kevin Araya y Emilio Müller sellaron la goleada “ruletera”.
La próxima fecha ambas categorías deberán desplazarse a la primera región del país para enfrentar a Iquique con el anhelo de traer los 3 puntos de vuelta a la Ciudad Jardín.
Escucha acá las declaraciones de los protagonistas:
Felipe Alfaro:
Nicolás Villacura:
sábado, 3 de junio de 2017
Historia de un 3 de Junio
Relatos de un día épico.
Tal vez no recuerdo a todos lo que estaban presentes, solo tengo en mente un día de lluvia, en pleno invierno. El reloj no avanzaba, aunque lo miraba de reojo cada cierto tiempo; esperando la hora indicada para ir a mi casa, “EL SAUSA”. Fue un día eterno. Después de dos semanas de espera, tras dos suspensiones, interminables días y rogando que la lluvia no provocara una tercera cancelación, ¡Llegó la hora! ¡Minutos de mil emociones!
Comenzó el primer tiempo. Dos tiros al palo, Everton dominando, pero sin lograr definir. La tensión era enorme, mirábamos al cielo, a la cancha, a la barra, a los desconocidos y mientras la llovizna mojaba nuestros rostros, esperando la remontada casi imposible o un milagro. Todo era incertidumbre y parecía que el tiempo se detenía en las ocasiones de gol desperdiciadas. Los minutos finales de infarto, de no querer mirar, pero al mismo tiempo no poder apartar la vista. Miraba a la mitad de la cancha y ahí estaba el trofeo, lo había soñado toda la vida e imaginaba cuanto pesaría esa copa.
Llegó el minuto 47 y se vino el primer gol. "Súper Mirage" decía presente y abría una luz de esperanza. Segundo gol, ejecutado por Jaime Riveros a los 72, nos hizo creer que éramos capaces. Finalmente, minuto 76, tiro libre de la liebre y los 10.000 Evertonianos vimos como Ezequiel abrió sus alas, se impulsó, cabeceó, y en un júbilo de alegría y éxtasis, este ángel de apellido Miralles nos tomó a todos los presentes y nos elevó al cielo para abrazar la 4 estrella. Después de 32 años de aquella conquista que no pude vivir, ocurrió la hazaña. ¡¡¡¡ EVERTON CAMPEON!!!!!
Aún sigo soñando con ese día. El día en que me pude fundir en un abrazo eterno con mis cercanos, mis piños y mis amigos, para celebrar en medio del llanto todo lo que hemos sufrido con la camiseta oro y cielo puesta. Porque es precisamente todo ese sufrimiento lo que nos ha hecho amar cada día más a este equipo. Un sentimiento que no podemos ni queremos controlar. Este sábado se cumplen 9 años de aquel mágico momento, de esa emoción que se hizo realidad y que incluso me emociona hasta gastar mi voz.
Si me piden que relate aquel martes lluvioso de junio, que todavía celebro como niño ese triunfo y siempre mantengo la ilusión de vivir una nueva gesta, porque mientras haya mañana y espartanos, habrá esperanzas. Hoy miro hacia atrás y veo que el camino fue y seguirá siendo difícil, pero existe el esfuerzo y compromiso que tú, tú nunca estarás solo.
Gracias por tanto mi querido EVERTON y perdón por tan poco.
Tal vez no recuerdo a todos lo que estaban presentes, solo tengo en mente un día de lluvia, en pleno invierno. El reloj no avanzaba, aunque lo miraba de reojo cada cierto tiempo; esperando la hora indicada para ir a mi casa, “EL SAUSA”. Fue un día eterno. Después de dos semanas de espera, tras dos suspensiones, interminables días y rogando que la lluvia no provocara una tercera cancelación, ¡Llegó la hora! ¡Minutos de mil emociones!
Comenzó el primer tiempo. Dos tiros al palo, Everton dominando, pero sin lograr definir. La tensión era enorme, mirábamos al cielo, a la cancha, a la barra, a los desconocidos y mientras la llovizna mojaba nuestros rostros, esperando la remontada casi imposible o un milagro. Todo era incertidumbre y parecía que el tiempo se detenía en las ocasiones de gol desperdiciadas. Los minutos finales de infarto, de no querer mirar, pero al mismo tiempo no poder apartar la vista. Miraba a la mitad de la cancha y ahí estaba el trofeo, lo había soñado toda la vida e imaginaba cuanto pesaría esa copa.
Llegó el minuto 47 y se vino el primer gol. "Súper Mirage" decía presente y abría una luz de esperanza. Segundo gol, ejecutado por Jaime Riveros a los 72, nos hizo creer que éramos capaces. Finalmente, minuto 76, tiro libre de la liebre y los 10.000 Evertonianos vimos como Ezequiel abrió sus alas, se impulsó, cabeceó, y en un júbilo de alegría y éxtasis, este ángel de apellido Miralles nos tomó a todos los presentes y nos elevó al cielo para abrazar la 4 estrella. Después de 32 años de aquella conquista que no pude vivir, ocurrió la hazaña. ¡¡¡¡ EVERTON CAMPEON!!!!!
Aún sigo soñando con ese día. El día en que me pude fundir en un abrazo eterno con mis cercanos, mis piños y mis amigos, para celebrar en medio del llanto todo lo que hemos sufrido con la camiseta oro y cielo puesta. Porque es precisamente todo ese sufrimiento lo que nos ha hecho amar cada día más a este equipo. Un sentimiento que no podemos ni queremos controlar. Este sábado se cumplen 9 años de aquel mágico momento, de esa emoción que se hizo realidad y que incluso me emociona hasta gastar mi voz.
Si me piden que relate aquel martes lluvioso de junio, que todavía celebro como niño ese triunfo y siempre mantengo la ilusión de vivir una nueva gesta, porque mientras haya mañana y espartanos, habrá esperanzas. Hoy miro hacia atrás y veo que el camino fue y seguirá siendo difícil, pero existe el esfuerzo y compromiso que tú, tú nunca estarás solo.
Gracias por tanto mi querido EVERTON y perdón por tan poco.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)