Tras el rechazo de los clubes hacia la demanda de los jugadores, se decide ir a huelga y así, se produce el primer paro de futbolistas de la historia del fútbol chileno. Esta huelga, conllevó que los jugadores profesionales no participaran en la siguiente fecha, optando los clubes a disputar sus encuentros con juveniles.
Así, un 13 de septiembre, O'Higgins recibía a Everton en Rancagua, presentándose ambos equipos en igualdad de condiciones. El cuadro "oro y cielo", ante la necesidad de dar caza al puntero, se preparó toda la semana en exigentes jornadas. Los dirigentes a su vez y como forma de motivar a los cadetes, les ofrecen un incentivo económico por sumar puntos.
Llegó aqel día 13 de septiembre. Los jugadores y el D.T. Carlos Ramírez se reúnen en el frontis del Casino de Viña del Mar. Ahí llegaron a despedirlos algunos dirigentes, todo el plantel profesional y algunos hinchas que llegaron a desearle todo el éxito en este importante duelo.
Everton aquel día no desentonó y a gala de buen fútbol, toque, rotación, se puso en ventaja tempranamente 2-0 con goles de Alfredo Figueroa. Los celestes de Rancagua, viéndose derrotados, salieron en busca de sus máximas figuras antes que terminara el primer tiempo y recurrieron a los habilidosos Mario Núñez y Jaime González, quienes en el segundo tiempo lograron remontar el pleito, el cual terminaría en un gran empate a 2 tantos.
Aquel día y para la estadística, Everton presentó la siguiente formación:
Jaime Palacios; Nicolás Pérez, Camilo Rozas, Rodrigo Guzmán, Arias; Marcelo Molina, German Sandoval, José San Martin, Patricio Rojas; Alfredo Figueroa (Claudio Muñoz), Francisco Valdivieso
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