“Everton ya está listo para comenzar el 2018 con un febrero a puro fútbol; y con las primeras dudas”.
Plantel conformado; no hay más
incorporaciones ni refuerzos a un Everton que mantiene una columna
vertebral desde el re debut en primera división en el primer semestre de
2016. En Viña del Mar estábamos acostumbrados al desfile de jugadores
en temporada de contrataciones, unos que venían con cartel o “chapa” de
“cracks” o de “sandías caladas” y otros que definitivamente nadie daba
un centavo. Era cosa de ver que las contrataciones eran casi al
“achunte” o al azar, incluso al olfato de un veedor con lentes de cuero.
Filas y filas de jugadores que; sin pena ni gloria, se llenaban los
bolsillos con plata, el hígado con alcohol y las habitaciones con
mujeres; ¿Y Everton? Bien, muchas gracias; lo dejaban en las puertas del
infierno o matriculados en un curso de agricultura en los potreros.
Para que hablar de los entrenadores que ha tenido en la última década el
Oro y Cielo, desde “NBA” Nelson Bonifacio Acosta López que no ha habido
un director técnico que haya durado más de 3 temporadas, recordando
que; Nos salvó del descenso el 2007 pero abandonó a su suerte a un
agónico Everton el 2010, luego de no conocer la victoria en 17 fechas.
En la actualidad, hay alegría, confianza y optimismo en el trabajo del
“Profe Vitamina” y las esperanzas del hincha ya se encuentran con una
base sustentable para soñar con un campeonato. Ojo ahí, debería ser este
2018 de consagración.
Respiramos más tranquilos por
estos tiempos. Se nota más seriedad. Claro, uno no puede estar de
acuerdo con todas las decisiones que toman los dirigentes y el cuerpo
técnico, por ejemplo, con la continuidad de Eduardo Lobos, la no
consideración de Jorge Romo (que quedó como jugador libre después),
nuestros juveniles sin oportunidades en el primer equipo, los precios de
las entradas y abonos, los colores de las camisetas y así, un sin
número de detalles que antes ni siquiera pensábamos porque nuestra
realidad era otra, la de no estar en la parte baja y si alcanzaba… soñar
con algo. Para este 2018, no es olvidar lo que pedimos, es volver a
confiar. Cuesta, hay rabia aún, pero debemos todos juntos encaminar a
Everton a la victoria.
Esta temporada 2018 se viene con
todo y para eso Everton debe tener un plantel amplio para enfrentar el
campeonato que comienza en febrero junto con el partido de ida por la
Sudamericana frente a Caracas de local. ¿Será suficiente el plantel
actual para competir e ir por la gloria este 2018? Pocas caras nuevas
llegaron a Viña del Mar en esta pretemporada; Leonardo Figueroa, Ignacio
Ibáñez y el azteca Marco Bueno vienen a reforzar a Everton, mientras
que los exiliados o relegados Espartanos Evertonianos como Diego
“Bumerang” Orellana, Álvaro Madrid, Jordano Cisternas y Camilo Ponce
tienen otra oportunidad para quedarse y encantar a la parcialidad
Ruletera.
Los demás, son los mismos
jugadores que vienen formando desde el 2016 a la fecha, con
incorporaciones que han rendido y se han ganado un espacio en la
escuadra titular a base de coraje, buen futbol y entrega. Jugadores como
Suárez, Ochoa, Cuevas, Rubio y Salinas, reales aportes a Everton que
siguen una temporada más.
Y para el complemento; la deuda
eterna desde 1997, Everton tiene la obligación de completar la planilla
con jugadores juveniles de nuestras fuerzas básicas. No sacamos nada con
ser potencias en el fútbol joven si nuestros Espartanos Canteranos no
juegan ni un solo minuto en el primer equipo. No se queden en promesas
para los muchachos, deben comenzar a tomar decisiones y sentir la
responsabilidad de portar la más bella camiseta del mundo con nuestro
emblema en el pecho al lado del corazón. Marco González, Matías Leiva,
Pedro Sánchez, Emilio Müller y Benjamín Rivera por nombrar a algunos,
tienen que forjarse frente a los mejores y destacar en el medio
nacional. Con esto puesto en marcha y recién ahí Everton será mirado con
otros ojos como institución. Suerte y éxito también para Eduardo Leiva
en Barnechea y a Matías Contreras en Calera, ojalá sumen minutos y
puedan torcer la mano de quienes los enviaron como parte de pago.
Duros rivales en las primeras
fechas del campeonato y un compromiso internacional más que importante
para un febrero que se viene a todo fútbol para el Oro y Cielo.
Debutamos contra Iquique de local en la primera gran duda: ¿Se jugará el
domingo 4 de febrero a las 12 del día? Increíble que, sabiendo que
siempre el primer domingo de febrero de cada año se corre la carrera
hípica más importante de Chile, “El Derby” (los demás son sólo
clásicos), hayan programado Sausalito para ese día. Extraoficialmente,
nuestros dirigentes ya solicitaron el estadio para el día viernes 2 de
febrero, pero todo por confirmar.
Segunda fecha y nos vamos a
Rancagua; ¡Pero un día lunes por la noche! Es verano, buen tiempo, pero
programen partidos en ese horario en zonas turísticas.
Acá vienen mis dudas, el primer
partido categoría A y Sausalito debería tener todo en regla para recibir
a Universidad Católica, ¿Estará disponible? Al parecer no ha habido
mucho movimiento, pero como estamos en Chile, aún hay tiempo para
trabajar apurados.
Prueba de fuego para albergar un
partido internacional, por la Copa Sudamericana frente a Caracas. Que
mejor que jugar frente a estos rivales a estadio lleno y empezar de una
buena vez por todas a darle el respeto que se merece a nuestro glorioso
Estadio Sausalito.
Terminamos con Audax en la Florida; sólo para sacarnos los fantasmas del último 3 a 0 en contra del campeonato anterior.
Análisis futbolístico no podemos
hacer, los equipos vendrán saliendo de las arduas pretemporadas, pero
sería fantástico comenzar con el pie derecho en febrero y Everton en los
dos últimos torneos ha empezado bien, prolongando invictos hasta la
medianía de los torneos, pero flaqueando en las rectas finales.
Ya estamos listos, llegó la hora de la verdad. Sólo falta que ruede la pelotita y comencemos a soñar una vez más con la copa.
#VamosEverton