miércoles, 31 de enero de 2018

La hora de la verdad

Everton ya está listo para comenzar el 2018 con un febrero a puro fútbol; y con las primeras dudas”.

Plantel conformado; no hay más incorporaciones ni refuerzos a un Everton que mantiene una columna vertebral desde el re debut en primera división en el primer semestre de 2016. En Viña del Mar estábamos acostumbrados al desfile de jugadores en temporada de contrataciones, unos que venían con cartel o “chapa” de “cracks” o de “sandías caladas” y otros que definitivamente nadie daba un centavo. Era cosa de ver que las contrataciones eran casi al “achunte” o al azar, incluso al olfato de un veedor con lentes de cuero. Filas y filas de jugadores que; sin pena ni gloria, se llenaban los bolsillos con plata, el hígado con alcohol y las habitaciones con mujeres; ¿Y Everton? Bien, muchas gracias; lo dejaban en las puertas del infierno o matriculados en un curso de agricultura en los potreros. Para que hablar de los entrenadores que ha tenido en la última década el Oro y Cielo, desde “NBA” Nelson Bonifacio Acosta López que no ha habido un director técnico que haya durado más de 3 temporadas, recordando que; Nos salvó del descenso el 2007 pero abandonó a su suerte a un agónico Everton el 2010, luego de no conocer la victoria en 17 fechas. En la actualidad, hay alegría, confianza y optimismo en el trabajo del “Profe Vitamina” y las esperanzas del hincha ya se encuentran con una base sustentable para soñar con un campeonato. Ojo ahí, debería ser este 2018 de consagración.


Respiramos más tranquilos por estos tiempos. Se nota más seriedad. Claro, uno no puede estar de acuerdo con todas las decisiones que toman los dirigentes y el cuerpo técnico, por ejemplo, con la continuidad de Eduardo Lobos, la no consideración de Jorge Romo (que quedó como jugador libre después), nuestros juveniles sin oportunidades en el primer equipo, los precios de las entradas y abonos, los colores de las camisetas y así, un sin número de detalles que antes ni siquiera pensábamos porque nuestra realidad era otra, la de no estar en la parte baja y si alcanzaba… soñar con algo. Para este 2018, no es olvidar lo que pedimos, es volver a confiar. Cuesta, hay rabia aún, pero debemos todos juntos encaminar a Everton a la victoria.
Esta temporada 2018 se viene con todo y para eso Everton debe tener un plantel amplio para enfrentar el campeonato que comienza en febrero junto con el partido de ida por la Sudamericana frente a Caracas de local. ¿Será suficiente el plantel actual para competir e ir por la gloria este 2018? Pocas caras nuevas llegaron a Viña del Mar en esta pretemporada; Leonardo Figueroa, Ignacio Ibáñez y el azteca Marco Bueno vienen a reforzar a Everton, mientras que los exiliados o relegados Espartanos Evertonianos como Diego “Bumerang” Orellana, Álvaro Madrid, Jordano Cisternas y Camilo Ponce tienen otra oportunidad para quedarse y encantar a la parcialidad Ruletera.
Los demás, son los mismos jugadores que vienen formando desde el 2016 a la fecha, con incorporaciones que han rendido y se han ganado un espacio en la escuadra titular a base de coraje, buen futbol y entrega. Jugadores como Suárez, Ochoa, Cuevas, Rubio y Salinas, reales aportes a Everton que siguen una temporada más.
Y para el complemento; la deuda eterna desde 1997, Everton tiene la obligación de completar la planilla con jugadores juveniles de nuestras fuerzas básicas. No sacamos nada con ser potencias en el fútbol joven si nuestros Espartanos Canteranos no juegan ni un solo minuto en el primer equipo. No se queden en promesas para los muchachos, deben comenzar a tomar decisiones y sentir la responsabilidad de portar la más bella camiseta del mundo con nuestro emblema en el pecho al lado del corazón. Marco González, Matías Leiva, Pedro Sánchez, Emilio Müller y Benjamín Rivera por nombrar a algunos, tienen que forjarse frente a los mejores y destacar en el medio nacional. Con esto puesto en marcha y recién ahí Everton será mirado con otros ojos como institución. Suerte y éxito también para Eduardo Leiva en Barnechea y a Matías Contreras en Calera, ojalá sumen minutos y puedan torcer la mano de quienes los enviaron como parte de pago.
Duros rivales en las primeras fechas del campeonato y un compromiso internacional más que importante para un febrero que se viene a todo fútbol para el Oro y Cielo. Debutamos contra Iquique de local en la primera gran duda: ¿Se jugará el domingo 4 de febrero a las 12 del día? Increíble que, sabiendo que siempre el primer domingo de febrero de cada año se corre la carrera hípica más importante de Chile, “El Derby” (los demás son sólo clásicos), hayan programado Sausalito para ese día. Extraoficialmente, nuestros dirigentes ya solicitaron el estadio para el día viernes 2 de febrero, pero todo por confirmar.
Segunda fecha y nos vamos a Rancagua; ¡Pero un día lunes por la noche! Es verano, buen tiempo, pero programen partidos en ese horario en zonas turísticas.
Acá vienen mis dudas, el primer partido categoría A y Sausalito debería tener todo en regla para recibir a Universidad Católica, ¿Estará disponible? Al parecer no ha habido mucho movimiento, pero como estamos en Chile, aún hay tiempo para trabajar apurados.
Prueba de fuego para albergar un partido internacional, por la Copa Sudamericana frente a Caracas. Que mejor que jugar frente a estos rivales a estadio lleno y empezar de una buena vez por todas a darle el respeto que se merece a nuestro glorioso Estadio Sausalito.
Terminamos con Audax en la Florida; sólo para sacarnos los fantasmas del último 3 a 0 en contra del campeonato anterior.
Análisis futbolístico no podemos hacer, los equipos vendrán saliendo de las arduas pretemporadas, pero sería fantástico comenzar con el pie derecho en febrero y Everton en los dos últimos torneos ha empezado bien, prolongando invictos hasta la medianía de los torneos, pero flaqueando en las rectas finales.
Ya estamos listos, llegó la hora de la verdad. Sólo falta que ruede la pelotita y comencemos a soñar una vez más con la copa.
#VamosEverton

lunes, 29 de enero de 2018

Partidos con Historia: Everton vs Iquique

En aquella temporada del campeonato de 1999, Everton luchaba palmo a palmo el retorno a la primera división contra Unión Española, Santiago Wanderers y Provincial Osorno.
Una serie de resultados de los rivales, privó al equipo Ruletero subir a la primera división de manera directa, obligando al equipo de Viña de Mar a jugar la liguilla de promoción frente al penúltimo equipo de la serie de honor. El rival de turno sería Deportes Iquique.
Las fechas establecidas para la última oportunidad de tomar el tren de regreso a primera fueron el 16 y 22 de diciembre, La ventaja de cerrar de local la tendría el cuadro del norte.

Iquique estaba en problemas: Los serios problemas económicos, incrementados al final del año por sueldos impagos, gatillaron en la renuncia de varios jugadores antes de la liguilla. Los celestes en la necesidad de cumplir, obligados por la ANFP, optan por jugar con juveniles estos vitales partidos, llegando a la “Ciudad Jardín” con la obligación de y el peso de lo que significa la vida o la muerte en el futbol: “El Descenso”.
Para el partido de ida jugado en el Estadio Sausalito, la gente como era su costumbre en aquellos tiempos, no falló. Asistencia de casi 18 mil personas. Pese a ser un día miércoles, la gente está con toda la ilusión de regresar a primera
Comenzado el primer partido de la llave, los Oro y Cielo marcan la diferencia desde el principio, abriendo el marcador a través de Rodrigo Riep. El buen futbol y las ocasiones generadas no se aprovechaban mayormente; se falla una y otra vez frente a la portería de los dragones. Un primer tiempo donde sólo se obtuvo una mínima ventaja.
Ya en pleno segundo tiempo, Everton cayó en una laguna anímica y futbolística. Los asistentes en las tribunas entregaban su apoyo incansablemente pero no lograban despertar al equipo que finalmente sólo marcó un gol. Una mínima y peligrosa ventaja que sembraba la incertidumbre para la revancha en calidad de visita.
La pasión y la organización se hicieron presentes en las galerías en el partido porque un grupo de jóvenes hinchas comandados por Octavio Ramos, su hermano Juan y algunos amigos, invitaban a la gente a reunirse para el partido de vuelta, el miércoles 22 de diciembre, en los patios de la antigua sede de calle Viana a escuchar el partido, en compensación a no poder tener el privilegio de viajar con en equipo. Esta idea, prendió de a poco, y el día del partido de revancha, llegaron aproximadamente unas 500 personas. Con cantos, gritos y aplausos, estuvieron atentos a todas las acciones del encuentro, reunidos alrededor de un minicomponente.
Llegó el día del partido. Everton saltaba a la cancha del Estadio Cavancha, con el marcador a su favor y la desesperación del rival que presentaba un plantel bastante mermado. La pelota comienza a rodar y prontamente se inaugura el marcador; siete minutos y Ariel “Fantasmita” Pereira anota el primero. El partido fue de principio a fin a favor de Everton, noventa minutos para que Leonardo Zamora, arquero Oro y Cielo, fuera sólo un espectador. Termina el partido, termina el paso por las penurias. Una vez más estábamos en primera. Los jugadores celebran junto a los valientes hinchas de la Barra Los Ruleteros que llegaron al norte, con la única idea de volver rápidamente a la ciudad jardín.


Everton llegaba a celebrar a Viña del Mar; la Municipalidad cierra calle Valparaíso para recibir al plantel, quienes bajan por agua santa provenientes desde el aeropuerto. La gente los aplaude y vitorea, ya en el bus cada más lento, los jugadores salen del interior y suben al techo, abrazados todo juntos, cantando y esperando pronto subir al escenario para compartir con los hinchas. Everton era de Primera y olvidábamos por el momento, las penurias del infierno.

miércoles, 10 de enero de 2018

¿Y LOS REFUERZOS? ¿Y EL HUMO?

Comenzó la pretemporada Evertoniana y los movimientos de plantel han sido sólo salidas y retornos de préstamos; impacientando a los forofos Guata Amarilla”.

Todos los equipos se están armando y Everton debe comenzar pronto con los refuerzos e incorporaciones en el plantel para competir y no solamente participar en los tres frentes que este 2018 nos espera. Ya no son parte del plantel Sebastián Pérez, Raúl Becerra, Steven Almeida y Franco Ragusa; más la incógnita de Patricio Rubio y con esto, bien poco se ha movido la planilla Oro y Cielo.
Llegó un conocido de Vitamina Sánchez; el portero ex Cobresal Leonardo Figueroa; con paso por la Universidad de Concepción que obtuvo la Copa Chile. Un portero que no ha sido titular indiscutido en los equipos que ha jugado y tendrá que trabajar duro para restarle minutos al meta titular Eduardo Lobos y a Marco González, que sería el segundo arquero de nuestra escuadra de acuerdo a lo que dio a entender la semana anterior nuestro DT. De todos modos y desde ya, le damos la bienvenida y le deseamos todo el éxito con nuestro Ever for Ever al oriundo portero de la ciudad de Talca.
¿Y con quién más nos reforzaremos? Volvieron préstamos como Diego Orellana, Camilo Ponce y Jorge Romo. El primero ya expresó que quería sumar más minutos en el recién ascendido Unión La Calera y el joven ariete que regresa de Ñublense, no tiene claridad de las reales posibilidades en Everton, quedando como jugador libre si se va nuevamente a préstamo. Lo de Jorge Romo nos parece increíble; enviado a su cuarto préstamo a Rangers de Talca, quedanso automáticamente como jugador libre. Talento y nivel de sobra tiene el forestalino, pero algo no convenció al cuerpo técnico.
¿Será primordial traer un centro delantero y un externo? Con lo de Patricio Rubio no hay nada claro aún. Querétaro de México quiere la venta del jugador que incluso fue puesto en el “Draft” y los dirigentes de Everton negocian sólo un préstamo por seis meses más. Pero esta movida no tendría sentido, pensando en el mercado de mitad de año, donde las incorporaciones a los planteles no superan los 3 jugadores y sólo se suman los regresos de préstamos. Es una arriesgada maniobra que debe resolverse dentro de los próximos días.


¿Será el momento de que la cantera Evertoniana tenga un lugar en el primer equipo? Para nosotros y el clamor del hincha, es un rotundo sí. Fernando Saavedra, Matías Leiva, Matías Contreras, Marco González, Benjamín Rivera y Nicolás Villacura deben comenzar a sumar minutos profesionalmente y no sólo calentar banca. Piénsenlo de este modo: Nadie conoce mejor lo que significa Everton más que ellos. Nacieron futbolísticamente en nuestras fuerzas juveniles y deben comenzar a sentir la presión de ser los referentes de un plantel que en promedio es joven. Ganar experiencia y probar que son el recambio; demostrar que las reales soluciones están en casa.
Pero la preocupación que nos asoma de sobre manera, es la conformación del bloque defensivo. Aún está vigente la oferta y negociación por Cristián Suárez; quien formó duplas con Marco Velásquez y Francisco Venegas. Acá faltaron alternativas de recambio en los torneos del 2017. El Chano tuvo un segundo semestre casi para el olvido por las constantes lesiones y Paco es un diamante en bruto que necesita seguir creciendo. No es momento de improvisar y el plantel debe ser equilibrado.
Son tres frentes de batalla, son tres campeonatos, son tres caminos a la gloria. La temporada pasada fuimos displicentes en Copa Chile y en la Sudamericana. Este año las metas deben ser ambiciosas y queremos alzarnos como los mejores. Los buenos momentos de crecimiento deportivo y administrativo deben consagrarse con títulos. Ya dimos el primer paso, ahora es el momento de marcar la diferencia entre promesas y hechos concretos. Pero tenemos un problema: “La pretemporada ya comenzó y el plantel no está conformado al máximo”. No aflojemos, esperemos que estos días tengamos noticias y la tranquilidad de que pelearemos todo este año.