viernes, 23 de febrero de 2018

El respeto no es gratis, ni la paciencia eterna

Un nuevo debut lejos de lo esperado tuvo Everton en la noche de ayer jueves 22 de febrero, fecha que coincide con el cierre del libro de pases para el torneo Scotiabank 2018, lo que implica que el plantel de Everton ya no se mueve hasta la pausa programada para mitad de año. Everton se vestía de gala, para recibir a Caracas FC, por la edición 2018 de la Copa Conmebol Sudamericana.




Tampoco era el rival del peso que se esperaba, con marcadores de punta muy rudimentarios que solo a punta de contactos impedían los avances de un Everton que, por minutos, jugaba su mejor fútbol del año. La inclusión de Patricio Rubio desde el primer minuto, en una posición retrasada, le dio mucho más claridad ofensiva a los dirigidos de “Vitamina” Sánchez. De hecho, muchas oportunidad claras de abrir el marcador fueron dilapidadas por la imprecisión en el finiquito de Marco Bueno y Juan Ezequiel Cuevas. Además de lo de Rubio, que se movió por todos los sectores de la cancha buscando abrir y generar juego, las entradas de Kevin Medel y Diego Orellana desde el primer minuto, también le dieron más recuperación de juego en la zona media y mayor vértigo por la banda derecha; todo esto desgraciadamente, no se logró traducir en goles y el nerviosismo en el público se transmitió a los jugadores. El equipo rival sin proponer mucho, ponía la alerta con algunas salidas rápidas en la contra, pero claramente, cediéndole toda la iniciativa al local.
En la segunda fracción, comenzaron a moverse las piezas en ambas escuadras. En el local, Bueno le cedía su lugar a Óscar Salinas. El delantero mexicano, una vez más no demostró su categoría y nos volvemos a preguntar: Según lo que hemos visto hasta ahora ¿Es más jugador que Raúl Becerra? Le dejamos la respuesta al lector.
Luego ingresó Camilo Ponce por Lucas Mugni. ¿De qué juega Lucas Mugni?. Camilo aportó ganas y no mucho más que eso. Muy poco para un jugador que volvió de préstamo para pelear un puesto.
El último cambio en Everton: Álvaro Madrid por un Kevin Medel que hacía partido, pero que acusó lesión. Desgraciadamente, el autor del gol de la victoria en Rancagua hace poco más de una semana, nuevamente no pudo gravitar y no pudo justificar su ingreso.
Una luz de esperanza se asomaba en la tensa noche viñamarina, un error increíble de Caracas es duramente sancionado por el ecuatoriano Luis Quiroz, de mediocre cometido. Pena máxima y Juan Cuevas tiene la obligación de hacernos olvidar todos los goles perdidos. Algarabía en su mayor esplendor en el Estadio Sausalito, cuando su potente remate cruzado es ligeramente interceptado por Cristian Flores, pero de igual manera besa las redes y pone justicia en el marcador. Everton sin hacer un partido perfecto justificaba su ventaja ante un rival mezquino, que se dedicó desde el primer minuto a demorar todas las reanudaciones del juego.
Paradójicamente el gol de Everton, le hizo más daño al propio local, ya que, con el marcador en contra, Caracas empezó a presionar a los viñamarinos. De hecho, tan solo un minuto más tarde, el recién ingresado Jesús Arrieta va a presionar a Eduardo Lobos, quien, primero controla mal y luego intenta “cancherear” al rival. Irresponsabilidad como fue catalogada por todos medios futbolísticos la del experimentado portero y está lejos de ser la primera vez. ¿Quedaba partido? Sí, y lo peor estaba por venir.
Everton con muchas ganas y poco fútbol (ninguno de los ingresados entró enchufado), trató de revertir el empate que ponía en jaque la clasificación a la segunda ronda. Incluso le cayó una pelota desde el cielo a Patricio Rubio en el punto penal, que sin marca elevó su remate de manera inexplicable; errores que te cuestan los partidos.
La guinda de la torta: Rafael Arace, otro que había ingresado en las postrimerías del encuentro, entra habilitado para enfrentar a Lobos, quien increíblemente resbala, y un luego de un rebote llega Edwuin Pernía quien remata suave y encuentra una floja resistencia del guardián del pórtico de Everton. Noche para olvido para el oriundo de Curicó.




¿Por qué ganó Caracas? Porque aprovechó los errores de Everton que fueron pocos, pero el fútbol es un deporte de yerros y aciertos. El más vivo aprovechó los errores del más pavo. ¿Por qué lo pierde Everton? Acá el análisis es mucho más complejo. Everton es un equipo que juega bien, pero es muy poco efectivo, todo lo contrario a su rival de esta noche. También hay jugadores que carecen de la jerarquía para enfrentar un torneo de pillos. Un torneo hecho para el futbolista de picardía. Nos falta tanto de esto último. ¿Y la auto-crítica? Otra asignatura pendiente, el discurso no puede ser de conformidad cuando te pintan la cara de local, por tercera vez consecutiva. Está bien que sea febrero y que venga todo el mundo a veranear a Viña del Mar, pero en Sausalito nos merecemos respeto. Respeto que se pierde con mucha facilidad. Igual que la paciencia.

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