“Un necesario
tanque de oxígeno para Everton que por fin volvió a los abrazos como local y
recupera la confianza; con esto irá al TODO O NADA frente al Caracas en
Venezuela”
El partido frente a San Luis era la
ocasión ideal para dejar atrás esa mala racha de resultados que arrastramos
desde el inicio del campeonato. Una seguidilla de derrotas que, como hinchas,
no estábamos acostumbrados, o bien, las buenas campañas de Vitamina nos hacían
olvidar nuestro reciente pasado.
Everton salía a al césped Sausalito
dispuesto a volver a regalar una alegría a todo Viña del Mar, abrazarse junto a
los suyos y desde el pitazo inicial se fue con todo contra el arco rival. Y
así, entra rápidas salidas; un gran contragolpe dirigido por Marco Bueno; quien
con exquisita técnica controla el balón en velocidad por la derecha y con un
pase magistral habilita sólo en el corazón de área a Patricio Rubio. Pelota al
fondo de la red y se desata la euforia en las tribunas, Everton estaba dando
muestras de buen juego y empezaba ya a capitalizar con goles.
Mucha gente no pudo ver la conquista
del “Pato”; esa maldita costumbre de llegar sobre la hora de la gente de
Everton… Mal acostumbrados o no, Everton ya estaba en ventaja al minuto de
juego y mostraba el camino para la recuperación del ánimo y la confianza
perdida en los tres duelos anteriores jugados de local.
El partido transcurría y los
dirigidos de Sánchez parecían reencontrar con su futbol y con salidas rápidas
por las bandas, rotación y cambios de juego de Medel, hacían estragos en la
defensa del cuadro canario, y parecía que el siguiente gol pronto llegaría. El
Oro y Cielo mostraba la cara más hermosa de su futbol, la cual nos hizo soñar
la temporada anterior con obtener la gloria.
Everton lo tuvo en los pies de
Rubio, Salinas, Bueno y Dylan, pero el meta González, de gran desempeño,
ahogaba una y otra vez el grito sagrado de gol en el coloso viñamarino. Un
inspirado “Nacho” que quizás se jugaba su revancha contra los dirigentes
auriazules por no traerlo a Viña, sabiendo que, es uno de los favoritos de la
hinchada para estar bajo los tres tubos ruleteros. Pero bueno, esto ya es
ficción.
Por su parte; San Luis de Quillota
tuvo lo suyo en una gran jugada: un avance rápido por el sector central de la
cancha, Bravo buscando el arco en velocidad remata desde fuera de área; la
pelota iba al ángulo y la gente en la galería cerro ya se tapaba la cara con
semejante misil. Pare de sufrir, porque ahí estuvo Leonardo Figueroa quien en
su patio -y a mano cambiada- envía la esférica donde corresponde: lejos de las
redes. Seguíamos en ventaja y evitaba el empate del equipo de Quillota. El
aplauso del respetable no se hizo esperar, reconociendo que lo hecho por el
meta Evertoniano era como anotar un gol en la otra área.
El segundo tiempo transcurría de la
misma forma, Everton controlaba el juego y seguía desperdiciando la oportunidad
de aumentar el marcador y liquidar al rival. En la seguidilla de goles
perdidos; lo tuvo Ochoa de cabeza, Cuevas en la boca del arco, Salinas en una,
Rubio en otra, pero la ansiedad y la desesperación jugaron en contra para
asegurar el triunfo, historia conocida que podría dejarnos con las manos vacías.
San Luis ordenaba sus líneas y en
una salida rápida, llego al empate con un cabezazo del “Chon” Martínez, balde
de agua fría en Viña del Mar y la gente comenzó a mirar el cielo en busca de
explicaciones.
Si algo tuvo este encuentro, fue
suspenso. Atención; en cancha Marcos Velásquez pide cambio; Everton no es un
plantel muy extenso y la capacidad física de los jugadores es quizás sobre
exigida y el claro ejemplo es el “Kaiser” que ha estado siempre entre
algodones. Sin embargo, en palabras del propio capitán, nos comentó que fue un
apretón y su salida fue sólo por precaución. Entra Gino Alucema que realiza un
buen cometido como central.
¿Qué reglamento aplica Piero Maza?
Vitamina ya se arrancaba la cabellera al ver que un pésimo arbitraje del “Peor
Colocado de la Historia del Fútbol” (no lo decimos nosotros, lo dice Sport de
España) estaba interfiriendo para conseguir la victoria. Clarísimo penal a
Lucas Mugni que llevaba pocos minutos en cancha: ¡Si lo vieron hasta Steve
Wonder y José Feliciano! Pero el saquero Maza; bien muchas gracias.
Everton seguía perdonando… En una
noche rara donde se necesitaba ganar a como dé lugar, seguían teniendo
misericordia frente al arco quillotano.
San Luis ya jugaba con uno menos por
la expulsión de Ronald González; ¿Tarde? Piero Maza tenía tarjetas de plomo al
parecer porque en reiteradas oportunidades le tiritó la mano y le faltó fuerza
para levantar las cartulinas.
Lo repetimos: “Patricio el de los
Goles”, sí; porque cuando el partido entraba en su epílogo, sólo su genialidad
e inspiración se hizo presente para que Sausalito estalle con el grito de gol.
Los nudos en la garganta de los asistentes se desataron y acompañaron la
celebración del nueve Evertoniano que convertía un golazo. Mérito de Salinas
también; quien le devuelve una sutileza a tan genial truco de magia que sacó
Rubio de sus zapatos. Dos a uno y termina el match.
Alegría; euforia; algunos cambios de
chaqueta por ahí. Lo importante es que Everton ganó y suma de local por primera
vez en el campeonato, mostrando que lo sucedido en el maldito febrero fue sólo
un mal inicio. ¿Se debe mejorar? Claramente; pero ya se abrió el arco y el
futbol es un deporte de rachas.
Jugando así, hay mucha confianza que
en Venezuela; LO GANAMOS Y CLASIFICAMOS.
#VamosEverton
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