domingo, 25 de noviembre de 2018

EL PARTIDO QUE GANAMOS TODOS.

Encuentro jugado en el estadio más hermoso de Chile, Estadio Sausalito de Viña del Mar  ante 12144 espectadores controlados. Ambos equipos con la misión de ganar para poder respirar y alejarse del descenso a falta de una fecha por jugar. Everton venía con la espinita de un empate con sabor a derrota conseguido ante Unión Española, mientras que los árabes venían con el envión anímico de lograr el título de Copa Chile y además mostrar buen fútbol.
Euforia en el tercer y definitivo gol de Everton; Dos de la casa como Orellana y Madrid que se repusieron a la suplencia y a las críticas. Fundamentales en el repunte de Everton en esta segunda parte del torneo.
El conjunto Oro y cielo sólo presentaría una modificación respecto al cotejo ante Unión, ingresaría Óscar Salinas en desmedro de Benjamín Rivera (Por lesión).
El estadio era una caldera, había buen ambiente y todo indicaba que sería una linda tarde, una tarde para corroborar que este equipo sacaría la tarea adelante.
El cotejo comenzaba, se veía un conjunto oro y cielo con ganas, actitud, con sed de victoria, tanto así que rápidamente abriría el marcador, tras un saque lateral servido por Camilo Rodríguez, sería Patricio Rubio, que con un tiro cruzado y la complicidad del portero inflaría las redes , estallaba el Sausalito y el gol entregaba cierta tranquilidad.
Tras el gol se vio un Everton que controlaba las acciones, se hacía de la posesión del balón y las buenas transiciones de sus dos laterales. En tanto Palestino se veía impreciso y solo esperaba el error del conjunto local. 
Llegaría lo feo del cotejo, el arbitraje, Julio Bascuñán y su indecisión frente a los cobros que el mismo pitó, cobró un penal y según trascendidos, gente del CDF habría sido quien “sopló” que no había sido infracción, por tanto el cobro quedaría invalidado. Sumar también la errónea expulsión del jugador de Palestino; César Cortés en los minutos finales.
El Show de Bascuñán - CDF y compañía. Se anula un cobro por el aviso de un técnico de la señal televisiva. Vergonzoso lo del árbitro que por lo habitual, siempre se equivoca arbitrando en partidos de Everton.
Tras el bochornoso acto y rápidamente tras una buena contra generada por el conjunto ruletero llegaría el cobro de otro penal, tras mano de un jugador árabe. Cristián Suárez sería el encargado de ejecutar desde los doce pasos, minuto 45´ y caía el segundo, el de la tranquilidad, 2-0 nos íbamos al descanso.
En el complemento el elenco local siguió con la misma tónica de la primera mitad, se hacía del balón y generaba llegada al arco rival defendido por Sebastián Pérez. Corría el minuto 47´ y sería Diego Orellana el encargado de dejar el marcador 3-0.
De ahí en más se vio un solo equipo en  cancha, Everton seguía realizando su buen juego y además tenía la posesión del balón, poco dejó jugar al conjunto visitante que tuvo tan sólo tibios acercamientos por balones detenidos, que eran contenidos fácilmente por Cristopher Toselli.
Lo lamentable lo vivimos con la lesión de Juan Ezequiel Cuevas el jugador luego de haber estado alrededor de 20 días en recuperación tras una dolencia muscular volvía a la cancha ,pero tan solo podría jugar 20 minutos, la lesión y el resentimiento nuevamente se haría presente.
Con esta victoria Everton escaló a la 12° posición a la espera de lo que pueda realizar Iquique, resultado que nos puede dejar mejor aspectados  para la última batalla en Quillota.
Con este triunfo estamos virtualmente salvados, ya que los rivales que se encuentran abajo poseen peor diferencia de goles y también menos partidos ganados.
La gente no falló. Buen gesto de la dirigencia que puso precios popularísimos para que hubieran más de doce mil personas controladas. Este triunfo no asegura nada aún; pero tendrían que suceder cosas realmente extrañas para que Everton descienda.
Se respiraba buen aire, se veía alegría en el público, se notaba el buen ambiente, se notaban las ganas de los jugadores de sacar la tarea adelante, sin dudas este es “EL PARTIDO QUE GANAMOS TODOS”.

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