jueves, 5 de abril de 2018

Extraviamos el rumbo y las sonrisas

Es difícil opinar sobre lo que pasa en Viña del Mar. Nuestra historia como hinchas, es a ratos, muy sufrida. Seguir a tu equipo, por toda la geografía criolla, puede ser sacrificado para la vida familiar, el bolsillo y para la salud mental. De eso se trata, es una locura sin ton ni son.

Así como estamos locos por el equipo de nuestros amores, queremos ver un sacrificio a la altura de las circunstancias de parte de los jugadores elegidos para el partido de la fecha. Sacrificio, que desgraciadamente, se confunde con los muchos yerros en el juego y con la baja futbolística de muchos que, no hace mucho, nos ilusionaban con levantar una nueva copa; bajar una nueva estrella del cielo viñamarino: la quinta estrella, que ahora se aleja más que el cometa Halley.
Desde el inicio del año, eran más las dudas que las ilusiones. No llegaron refuerzos. En ese entonces, se podía hablar de que eran apuestas, luego de incorporaciones. Pero, el presente juzga con hechos, solo Leonardo Figueroa está respondiendo en el pórtico Ruletero, ante la forzada suplencia de Eduardo Lobos. De hecho, el oriundo de Talca, fue de lo poco rescatable en la reciente derrota en Talcahuano. Autor de la mejor tapada de la fecha; un premio de consuelo que no alcanza a esbozar ni media sonrisa.
El resumen de lo anterior, descontando los amistosos, que casi siempre nos favorecieron, tenemos más derrotas que victorias en el año, una eliminación de copa que entra en la historia amarga del deporte nacional: sin comentarios… Y una, tan solo una victoria en Sausalito, ante un rival de menor jerarquía; o sea un partido que estábamos obligados a ganar. De hecho, ese triunfo podría haber sido un nuevo renacer para Everton, pero nos quedamos con el dicho: “una golondrina no hace verano”


También es preocupante que la autocrítica del Cuerpo Técnico y de la dirigencia haya sido escasa. Nunca se ha sincerado que el plantel sea corto, o que faltaron refuerzos para estar peleando arriba y pareciera que hay jugadores con más licencia para equivocarse que otros; ¿para qué dar nombres?
¿Nuestra próxima cita futbolera? Enfrentar este sábado al recién ascendido Unión La Calera. Rival de la zona; lo dijo Pablo Sánchez, es un cuadro que Everton conoce bien por la cantidad de duelos amistosos jugados en el año. ¿Nuestro Análisis? Es un cuadro peligroso, tiene un DT que conoce bien Viña del Mar, de hecho, la última vez que Everton tuvo una campaña perfecta en Sausalito, fue con Víctor Rivero al mando, los puristas no quieren acordarse… Además, el Cuadro Cementero tiene dos cosas que este Everton no: refuerzos y confianza. De hecho, es extraño que un equipo que viene recién llegando a la Categoría de Honor tenga más y mejores refuerzos que un club que se propuso ser protagonista en tres frentes; una vez más, sin comentarios…
De todas formas, esto es fútbol y estos vaivenes son propios del Deporte Rey y este sábado esperamos, obviamente, que Everton retome la senda del buen juego y esto nos devuelva los triunfos. Queremos retomar el rumbo y las sonrisas.

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