Ni con las entradas rebajadas; ni las mujeres gratis por el día de la madre, ni la necesidad de apoyo para salir del fondo motivó a la gente a ir a Sausalito. Menos de cinco mil personas siendo casi los mismos de siempre, presenciaron una nueva decepción en cancha de los dirigidos por Pablo Sánchez que no logra escapar del fondo de la tabla y sólo supera a Audax Italiano, último de la primera división a un punto de distancia.
Por su parte; Curicó Unido, aquel equipo del que todos dan muestras de admiración por proponer un vistoso juego y quedar corto en los resultados, fue el mismo equipo que todos conocen: El fiel reflejo de su ratonil entrenador, el Pastor Luis Marcoleta.
No había novedades en la formación Oro y Cielo, tal como se había anunciado en la semana, jugaríamos con Sub 20 para sumar los minutos reglamentarios y sólo estaba descartado Camilo Ponce. Por su parte, la escuadra tortera descartaba a Jorge Dechamps quien fuera la figura del anterior duelo entre estas escuadras; por un Luis Santelices que a la postre fue la figura del encuentro de manera unánime.
En razón a la verdad; Everton comenzó imponiendo el ritmo de juego, no es novedad que cuando nuestro estimado Ex DT viene de visita a Viña del Mar, saca a relucir su gran cola larga en los pastos de Sausalito. Sin embargo, la escuadra Ruletera no genera peligro inminente de gol. Busca los espacios, rota el balón, pero pierden habitualmente los manos a mano o demoran mucho en intentar de primera. Anemia de goles Evertoniana, lo que genera a corto plazo que en la primera jugada que nos convierten; el equipo sufre de alzhéimer colectivo y nos olvidemos de jugar al futbol.
Dicho y hecho; en una floja marca por el sector derecho de Everton y con una pasividad desesperante para los hinchas; Blanco dispara entre los centrales y decreta la apertura del marcador para la visita. Primero que todo: Golazo, gesto técnico en la desmarca, impacta el balón con potencia y precisión para vencer a Eduardo Lobos que abortó toda intención de lanzarse a desviar el balón.
¿Qué hizo Everton desde el minuto diecisiete en adelante? Lo mismo de partidos anteriores, buscar con desesperación la jugada que le saque candado al arco y tratar de empatar el encuentro sin resultados positivos. Eso si; hubo rendimientos que mostraron una mejoría respecto a otros encuentros como el de Dylan Zúñiga y Juan Cuevas; los más claros a la hora de buscar y generar peligro en los tres tubos defendidos por Santelices. Sin embargo; y ya dentro de lo habitual, Everton no genera juego asociado y abusa del centro al área para ver si uno de tantos consigue derrotar la defensa rival. Ha quedado demostrado que ese no es el camino.
A pesar de las críticas, muy rescatable la labor en cancha de Pedro Sánchez; el canterano Oro y Cielo mostró ganas, robó balones, buscó espacios y se generó ocasiones para poder anotar. Quizás dentro de la anarquía futbolística que vive el cuadro Evertoniano dentro de la cancha no luce como debiera; pero mostró actitud; algo escaso por estos días en Viña del Mar.
Algo distinto se vio en el segundo tiempo en el juego de Everton; a pesar de mantener las imprecisiones y los bajos rendimientos, los “Guata Amarilla” salieron a buscar el encuentro, pero quedando expuestos a los contragolpes de los curicanos. En una de aquellas jugadas de los albirrojos; Piero Maza, de discutido arbitraje; no cobra un penal claro para la visita, generando el descontrol del ariete Quiroga que, a la jugada siguiente le propina un codazo a Marcos Velásquez. Roja; a las duchas y todo el equipo atrás por orden de Marcoleta.
Everton ya había avisado con jugadas de peligro en el arco de Curicó, pero el hombre de ventaja que tendría en cancha más la inexplicable decisión del Pastor para sacar a su mayor figura de la cancha le dio al Oro y Cielo la cuota de suerte para conseguir el empate a casi diez minutos del final: Excelente jugada de Salinas por la banda derecha que centra directo al área y Patricio Rubio no falla esta vez. Estallaba Sausalito en el grito sagrado, un grito desesperado, un grito guardado por mucho tiempo en nuestras gargantas. Por fin caía el justo empate.
Si Everton no ganó, fue por dos motivos propios y un tercero que estuvo a cargo del rival. Los dos primeros son desesperación y frustración; pero el tercero y más importante en este sábado por la noche “El arquero Luis Santelices”.
Everton volcó al igual que frente a Unión Española; toda la artillería para buscar el gol del triunfo, pero fue incapaz de derribar la muralla albirroja que además era protegida por el mítico “Bus recorrido Marcoleta – Ratonera”.
Final en Sausalito y ya se nota un público desesperado y agresivo contra los jugadores, cuerpo técnico y directivos. Si es o no con justa razón, está demás, porque el nivel que está mostrando Everton hoy es de un equipo que no merece la categoría. Si hay autocrítica entre los jugadores y el DT, pero el discurso de que queremos mejorar a la gente le parece más a un disco rallado.
Todos queremos que Everton salga de esta difícil posición; nadie quiere estar en los potreros otra vez, pero esto se saca adelante con fútbol y algo más. No solo talento, sino también con garra y corazón.
Everton 1 – 1 Curicó, “el partido que nos dejó al fondo del abismo”
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