miércoles, 13 de diciembre de 2017

Es hora de sacar cuentas

Llegó el día del término del Torneo Transición, el cual, promete ser el último Campeonato “Corto”, antes de comenzar una nueva era de competencias que premien al más regular y no al equipo que aprovechó una buena racha o una mala de los rivales directos.

Es tiempo de hacer balance, de lo bueno y lo no tan positivo. Se acaba la incertidumbre deportiva y comienza la “Temporada de Humo”; rumores que van y viene, jugadores que asoman, apuestas a corto y largo plazo.

Everton, culminó en la cuarta ubicación, a 7 puntos del justo Monarca, quien derrotó a todos sus perseguidores más inmediatos, dos de ellos, en las últimas fechas, uno de ellos, desgraciadamente, el más grande de Provincia.

Para valorizar lo rescatable, podemos afirmar que el de Pablo “Vitamina” Sánchez es el mejor rendimiento de los últimos años para Everton, lo cual basta para justificar que su permanencia no está en discusión, aunque el estratega no escapa de las tentaciones de fines de torneos, tanto a nivel nacional como internacional. Incluso, el presidente de Everton, Pedro Cedillo, tiene que salir a aclarar que Pablo Sánchez seguirá en Viña del Mar, al menos hasta el 2019, cuando expire su vigente contrato. 





Lo negativo, este equipo tal vez fue de más a menos. ¿Desgaste? Probablemente, considerando que el equipo titular rara vez fue tocado, incluso, existen tres baluartes viñamarinos que tuvieron 100% de asistencias en el torneo. Lo que está en discusión, es si la poca alternancia le pasó la cuenta al equipo, para la recta final del campeonato. Así como también, si la definición de tener una plantilla con pocos nombres propios, se mantendrá para el próximo año, considerando que será un certamen de 30 lances.

¿Falta de Hambre? Este es el tema más delicado del cual nos toca opinar. Hay que considerar que se mejoró rotundamente desde nuestro último descenso. Solo un partido perdido de local (uno muy doloroso), y solo dos de visita. Tal vez son los empates, con rivales de menor peso futbolístico, lo que lamenta el hincha. Sin duda, podría no ser algo psicológico, pero siempre que Everton tuvo que demostrar que estaba para más, se quedó. De todas formas, el premio de jugar una nueva Copa Internacional y de manera consecutiva, era algo impensado, cuando Tito Tapia se despedía en San Carlos de Apoquindo a mediados del 2016. ¿Queremos más? Siempre queremos más y Pablo Sánchez, sin duda, querrá demostrarlo, si decide quedarse.

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