lunes, 2 de octubre de 2017

Everton recibió un mazazo en La Florida

El partido frente al Audax prometía, era la oportunidad ideal para conseguir la tan anhelada primera posición del campeonato (junto a la Unión), pero ayer, fue una tarde de aquellas; esas que jugadores e hinchas quieren olvidar.
Ayer no estuvimos a la altura, nos sumimos en un conjunto de errores propios, que nos llevaron a nuestra primera y dolorosa derrota y alejarnos a 3 puntos del liderato. 




La falta de finiquito en el arco de Peric nos pesó en el primer tiempo, fueron las primeras licencias que entregó Everton en el partido, porque ni Salinas ni Rubio estuvieron finos al definir. Inclusive Venegas en una incursión ofensiva en un balón de tenido lo tuvo.
Perdonamos muy temprano en el partido y regalamos impulso y coraje al Audax, quienes con fortuna y algo de responsabilidad defensiva; a los 15 minutos inaugurarían el marcador con un centro totalmente desviado de Campos Toro que llego a la red. Balde de agua fría y golpe de suerte para el local Audax.
Quizás la apertura del marcador no la sintió el Oro y Cielo porque seguía dominando las acciones, pero en la más desafortunada acción de la tarde, el “para que te traje” del día se origina en un saque de fondo para Everton, el portero Lobos juega para Venegas hacia la izquierda, el defensa le devuelve el balón al arquero y en un error involuntario e inexplicable para quien tiene un excelente juego con los pies; pone a los itálicos 2 a 0 arriba. Tragedia en el Bicentenario.
Al parecer se venía una noche negra llena de incertidumbres. Sólo nos quedaba poder corregir y buscar el buen futbol que nos caracteriza para llegar al descuento antes de los 45 minutos pero nuevamente fallamos en la puntada final. Esta tarde sería definitivamente una de las más tristes del año.
Fin de la primera fracción y la esperanza de la hinchada era el mítico y poderoso “café cargado” del profe Vitamina, una especie de borrón y cuenta nueva para enfrentar a matar o morir la segunda mitad del match; pero... Fue algo que nunca ocurrió. 



Everton cayó en una laguna futbolística abismante, en un agujero negro de tiempo y espacio; perdió el control total del balón y por primera vez en todo el campeonato, la escuadra Oro y Cielo se vio corriendo tras la esférica.
Audax nos pasó por encima y pudo ser la peor tarde que en años no le habíamos visto al Ever for Ever. Súmele que los cambios que buscaron mejorar al cuadro viñamarino fueron tarde y en orden equivocado. Los de La Florida dominaban en el medio con Miño y Leiva. Necesitábamos a Ragusa para manejar los tiempos antes, vistas ya las molestias físicas de Mugni de gran despliegue físico en los primeros 45 minutos. Almeida, quien fue el primer cambio: entró algo desenchufado, pero en una carrera en ofensiva Labrín lo derriba dentro del área, lesionando al joven delantero, situación que quedó además sin sanción. Becerra que entró al final y la más clara la envió al travesaño. Hoy el balón no era nuestro amigo y no quería que Everton lo enviara a su casa: “El Arco”.
Y cuando se buscaba con más fuerza que futbol, otro horror defensivo y penal del Banana Suarez contra el híper-ventilado Ábrigo y Audax marca el tercer tanto de la noche.
Ni el descuento salió: Pato Rubio es derribado en el área, quien esperó la obvia falta de Labrín; penal y expulsión para el "Leñador", pero Ochoa erra el penal increíblemente cuando “El Loco” volaba para el otro lado; no era nuestro día.
Categórico 3 a 0 que nos aleja al cuarto lugar de la tabla, a 3 puntos de Unión, pero tenemos la certeza que mejoraremos, porque jugar peor que hoy, será difícil.
¿Caímos en el manual de Hugo Vilches, ese que dice pegar hasta no más poder y luego hacer tiempo y llorar? A Cuevas le dieron todo el partido y a Rubio lo buscaron para sacarlo del juego. Lo que podemos agradecer es que no terminamos con expulsados, si con muchos jugadores resentidos de la pésima cancha y los cariñitos de un equipo que buscaba la revancha de partidos anteriores. ¿Nos pesa falta de experiencia o jerarquía? El segundo gol desmoronó al equipo y no fue capaz de despertar, pero ojo que la pesadilla pudo ser mayor. Sólo queda dejar atrás esta amarga derrota, porque “Esto es una Guerra Señores; y la guerra no ha terminado”… 




Aplausos, felicitaciones y orgullo nos hace sentir nuestra hinchada Evertoniana que cantó y apoyó todo el partido a pesar del resultado adverso. Desde ya están viviendo el próximo clásico en casa del hijo al “Sur de Viña”, pero antes; un viejo conocido cola larga: Curicó del “Pastor Marcoleta” en Sausalito, el viernes 13 a las 21:00 horas.
Hoy como siempre y más aún en la derrota: #VamosEverton 


Escucha aquí las declaraciones post partido de Lucas Mugni:


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