lunes, 30 de octubre de 2017

NO IMPORTA COMO; SE GANÓ Y SEGUIMOS EN LA PELEA




Desesperación, miedo, terror. Halloween se acerca y ayer en Sausalito vivimos nuestra propia versión de la más macabra película de este género. A pesar del día soleado; “Nada hacía presagiar que Everton jugara terrible, sin ideas y estuviéramos a punto de perder una vez más la oportunidad de pelear el campeonato”.
Repasemos: Ha habido partidos donde la farra de goles nos ha pasado la cuenta, errores en la salida que nos han costado goles importantísimos y perder puntos “seguros”, pero nuestros Espartanos Oro y Cielo han jugado un futbol que es admirado por muchos técnicos y jugadores del medio local. Una lástima que otros se maravillen y algunos de nuestros hinchas; que ven tarde mal y nunca a nuestro Ever for Ever, lo llenen en críticas.
Sin embargo, ayer se las concedo. El de ayer no era Everton. ¿Nos mufó la camiseta rosada? Hace unos 6 años atrás también tuvimos una de marca Penalty muy bonita, pero había forofos que encontraban un insulto y una falta de respeto hacia ellos y la historia cambiar la indumentaria.
La crisis de pánico escénico que ataca a Everton en este tipo de situaciones ya nos tiene algo cansados. Jugamos bonito, damos espectáculo, pero al final, en un baño de misericordia con el rival, lo dejamos con vida y perdemos las ocasiones para ser mejores que el resto.
En un primer tiempo donde las jugadas de más peligro estuvieron a cargo de Venegas con un penal no cobrado en su contra y de Suárez que elevó en una inmejorable ubicación, Everton no puso más oposición a un cuadro “Del Campaníl” que comenzó a jugar con la desesperación viñamarina, que se conjugaba en la falta de buen futbol y un notorio nerviosismo por obtener los tres puntos.
Ni la expulsión de Mencia dio otro aire. Sin menospreciar a nadie, pero el partido de ayer parecía pichanga de la B.
La segunda parte fue de infarto, y no por el vértigo del juego. Ochoa convertía de penal la ventaja transitoria y se sentía un alivio en el aire, una descompresión que, en vez de ayudar, perjudicó a Everton y vio como la visita empata, casi se lleva el partido y acaba con la ilusión de campeonato para Everton. Gracias a Eduardo Lobos que estuvo notable en más de tres ocasiones, estábamos con vida aún sentados cómodamente en la silla eléctrica.
El destino y la vida ponen cada cosa en su lugar, por eso le dio a Patricio Rubio una nueva oportunidad en los descuentos y esta vez no falló. Ha sido el grito de gol con más nudos en la garganta que se ha escuchado en Sausalito en años. Ganamos, sobre la hora, sufriendo y jugando a otra cosa menos al juego de Everton.




¿Será éste el tan esperado “Partido Bisagra”?
Todo el mundo sabe a qué juega Everton, algo que hasta “Vitamina” Sánchez reconoce en la atención a la prensa, afirmando dicha frase con un sutil “Estamos Cagados”. Si, esto es efectivo, pero no es todo el potencial de este equipo, que ha sufrido con la lesión del capitán Marcos Velázquez y en 5 partidos ausente, el Oro y Cielo ha recibido 10 goles en contra. Venegas lo ha trabajado bastante y se ha afirmado muy bien junto al “Banana” Suárez. Estamos claros y apoyamos la convicción del profesor a mantener el mismo esquema de juego, pero al cambiar un poco las caras, podría dar un desconcierto al rival, dejando en claro que es sólo una opinión de nuestra parte.
Ganamos, sufriendo, jugando algo que no estamos acostumbrados a ver de Everton. Con desesperación, con muy poca precisión, dando protagonismo a un equipo que no tiene más armas que aguantar embates ofensivos y matar de contra. Esta vez el libreto fue distinto. Me gusta ganar bien, con estilo, con los famosos “Oleeeeee” bajando desde tribunas, pero si seguimos con opción de levantar la copa, esta victoria tendrá otro significado: “Hemos superados nuestros miedos, pisamos fondo y tenemos hasta la suerte de nuestro lado para salir campeón”.

SOLO SIGUE DEPENDIENDO DE NOSOTROS. 


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