martes, 24 de octubre de 2017

MANTUVIMOS LA PATERNIDAD, PERO SE NOS ESCAPAN LOS PUNTEROS


El duelo del pasado domingo ilusionaba. Era el Clásico Porteño número 164 (99 en Primera División) y ambos elencos se jugaban cosas importantes. Everton la posibilidad de seguir peleando los primeros puestos y S. Wanderers de comenzar a escapar de los últimos puestos. Cerca de 10 mil porteños y poco más de 500 viñamarinos (que se escucharon como 10 mil) llegaron al Elías Figueroa a presenciar lo que sería uno de los mejores clásicos del último tiempo y uno de los mejores partidos en lo que va del Transición 2017. El pueblo oro y cielo llegó temprano a alentar bajo el inclemente sol de aquella mañana, pero nada importa cuando se trata de apoyar a nuestro equipo.
El pleito comenzó con el Everton de siempre, tratando de hacer buen juego con el buen trato de balón que su mediocampo impone, mientras que el archirrival proponía un juego más directo, el cual se impuso en los primeros minutos. A los 5 vino el primer gol, luego de un ataque veloz por la derecha de nuestra defensa. Everton de a poco se encontró con el balón, pero otra salida rápida propinó el segundo gol porteño. Todos nos mirábamos abrumados, temiendo lo peor, ya que el rival, cada vez que llegaba hacia temblar a nuestra defensa y marcaba la constante de este torneo, en el cual estamos sufriendo en el primer tiempo. Afortunadamente Everton tiene grandes jugadores, como Ochoa, el mejor de la cancha, que mandó un pase con ventaja a Salinas, quien puso el descuento y mandó el mensaje de que estábamos en la cancha para luchar. A contar de ese momento el partido se abrió bastante y Everton se creó varias ocasines claras. Llegó el tanto de Cuevas y el sector sur (tanto Galería como Pacífico) estalló con el grito de gol, soñando con que lo dábamos vuelta. Wanderers había quedado afectado por el empate y Everton esperaba para rematarlo. Lamentablemente una falla entre Lobos y Carreño, provocó el 2-3; un error en el cual no vale la pena buscar responsables, pero es un riesgo que se corre al utilizar frecuentemente la "salida lavolpiana". Un gol que nos golpeó, pero teníamos la fe en que el segundo tiempo íbamos a ver algo mejor del oro y cielo.


El entretiempo llegó para poder bajar las tensiones, refrescarse, conversar sobre lo que se podía hacer en la segunda parte y recuperar fuerzas para seguir sufriendo.
Carreño se había entreverado en nua discusión con Pineda al final del primer tiempo y terminó cediendo su lugar ante Medel, quien ingresó metido en el partido, rememorando lo que hizo en la campaña del año pasado. Sánchez y Córdova tomaron más resguardos con sus equipos en el comienzo de los segundos 45 minutos. Tácticamente ambos equipos se anularon, pero en un momento la necesidad de buscar el triunfo creció y el partido nuevamente se abrió. Wanderers tuvo una clarísima, donde Lobos tapó de gran manera, evitando un gol que hubiera sido definitivo. Ingresaron Ragusa y Almeida, éste último sobre todo siendo importantísimo en las últimas acciones del partido, con grandes carrerones por el sector izquierdo, además de meter y recuperar balones. A los 81 minutos un corner de Steven le llegó al pie a un jugador evertoniano y decretaba el empate. Todos gritamos el gol, en un principio desconociendo quien había anotado, pero que más da. Era un sufrido empate momentáneo y el oro y cielo ilusionaba con poder lograr la victoria. El cuarto árbitro levantaba su tablet e indicaba 4 minutos añadidos. Los primeros minutos de adición pasaron muy rápido y parecía que no ocurriría nada importante. Wanderers armaba juego construido, pero Almeida se anticipó y recuperó el balón por la izquierda. Un gran carrerón del mexicano en la contra, quien cedió el balón a Cuevas y éste vió de reojo a Rubio que le ganaba a su marcador para quedar en inmejorable posición. El 7 evertoniano tocó de primera a Rubio quien recibió frente a Castellón. Sólo era pegarle y anotar, pero ... el remate se fue muy hacia la derecha y terminó afuera de la cancha. Nadie lo podía creer. Las caras de los evertonianos lo decían todo. Final del partido, que en esos últimos instantes, nos dejó gusto a poco. Analizando friamente, un empate en la casa del archirrival nunca es malo. Mantenemos la paternidad, pero podríamos haber hecho algo más. De todas maneras seguimos en los primeros lugares y salvo la U, los otros 3 equipos que nos anteceden tienen que jugar con nosotros aún. El campeonato está abierto y un partido como éste puede servir de ímpetu para los últimos 5 partidos del torneo.



PORMENORES
Estadio: Elías Figueroa Brander (Valparaíso).
Público: 10.815 espectadores.
SANTIAGO WANDERERS (3): G. Castellón; E. Carvajal, E. Luna (c), A. Robles; J. Soto, L. García, L. Pavez, A. Cuadra; C. Cortés (75’ M. Medel), J. P. Pineda (87’ M. Fernández), E. Gutiérrez (76’ L. F. Pinilla). DT: Nicolás Córdova.
EVERTON (3): E. Lobos; C. Rodríguez, C. Suárez (c), F. Venegas, D. Zúñiga; I. Ochoa, J. Carreño (45’ K. Medel), L. Mugni (64’ F. Ragusa); J. Cuevas, O. Salinas (75’ S. Almeida), P. Rubio. DT: Pablo Sánchez.
GOLES: 5’ Jean Paul Pineda (1-0); 21’ Jean Paul Pineda (2-0); 23’ Óscar Salinas (2-1); 36’ Juan Cuevas (2-2); 42’ César Cortés (3-2); 81’ Francisco Venegas (3-3).
TARJETAS AMARILLAS: E. Luna, J. P. Pineda (Wanderers); D. Zúñiga, J. Carreño, O. Salinas (Everton).

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