miércoles, 16 de enero de 2019

Historias del 2018: Tiare Hermosilla: “ Valió la pena entrenar, porque sólo así se puede seguir mejorando”

Tiare Hermosilla: “ Valió la pena entrenar, porque sólo así se puede seguir mejorando”
Tiare jugando por la categoría adulta de la división femenina de Everton este 2018.
 
A comienzos del año 2018, las expectativas que teníamos en Everton, era lograr quedar en primera división y clasificar a los playoffs. Sabíamos que era difícil lograr las metas propuestas, por los resultados obtenidos el año 2017; entonces había que entrenar duro y hacer un equipo competitivo en ambas categorías, Sub-17 y adulta.
Estuvimos todo el año entrenando, primero pretemporada y luego de martes a viernes; ambas categorías en la misma cancha, en el CDE (Centro Deportivo de Everton), para poder estar preparados ante el campeonato. Cabe destacar que en el fútbol femenino no recibimos beneficio de dinero, entonces la mayoría debe trabajar o estudiar y debido a esto la categoría adulta no podía asistir a todos los entrenamientos. Esto era un punto en contra que se vio reflejado en la cancha. En cambio en la Sub-17 el equipo se conocía mucho mejor, ya que la mayoría sólo asistía al colegio.
Cuando comenzó el campeonato, el cual era de ida y vuelta (2 ruedas), los resultados en el grupo adulto no fueron muy buenos. Partimos perdiendo, pero sabíamos que éramos más como equipo, así que comenzamos a confiar mutuamente, entrenamos más duro para llegar a lograr ganar muchos partidos en la primera rueda, como el clásico contra Santiago Wanderers, el cual no se ganaba hace mucho tiempo.
En el caso de la Sub-17, cuando las veía jugar, me daba cuenta de que se complementaban muy bien, se conocían jugando, eran muy buenas y ganaban casi todos los partidos; todo esto debido al esfuerzo y superación que lograban con sus entrenamientos.
Comenzando la segunda rueda, ya conociéndonos más como equipo (adulta), logramos ganar más partidos y terminar como un excelente plantel, en el cual cada una ayudaba a la otra a mejorar. En pocas palabras, era un equipo muy empático y sin envidia, que siempre estaba para apoyar a la compañera.
Logramos quedar en Primera División y la Sub-17 clasificó a playoffs, quedando en una muy buena posición. Lamentablemente la categoría adulta quedó a nada de hacerlo también.
Todo esto es mérito del profesor Mario Vera, sus ayudantes técnicos, preparadores físicos y jugadoras; además del tremendo esfuerzo del tío Cristian (Díaz) y la tía Carito (Schirado), dirigentes que por su pasión por Everton y el fútbol femenino estuvieron siempre para apoyarnos en todo.


Tiare en los entrenamientos de la selección Sub-20 (Archivo Personal)

En mi caso particular, fue muy difícil asistir a cada entrenamiento, ya que no sólo debía hacer lo que me apasiona, sino que además tenía que estudiar para la universidad y asistir a esta.
En momentos la situación se complicaba, ya que la carrera que escogí es difícil, “Ingeniería Civil Biomédica”, pero con esfuerzo, perseverancia, ganas y organización, logré cumplir en las dos, es decir, asistir a todos los entrenamientos posibles, cada partido y rendir en la universidad.
Con el tiempo me di cuenta de los resultados de cada entrenamiento y no era sólo yo la que lo hacía, sino también mi entorno, amigos, compañeras de Everton, entrenadores y familia. Valió la pena entrenar, porque sólo así se puede seguir mejorando.
Consecuente a ésto, logré cerrar un buen año de fútbol con Everton y alcanzando la nominación a una preselección de la Selección Chilena Femenina Sub 20.
En general la superación de cada compañera y apoyo a la rama femenina fue excelente. No sólo formas compañeras de juego o equipo, también amigas y relaciones especiales con apoderados; en el fondo somos una “familia deportiva”.
Espero que este año 2019 la rompamos como equipo, ya sea jugadoras y cuerpo técnico. Sé que cada una dará lo mejor de sí misma. Llegarán nuevas jugadoras, se armará un nuevo plantel, habrán nuevos entrenadores, también nueva utilería (ropa de entrenamiento, juego, balones de fútbol, etc.), es decir, un equipo renovado que luchará por nuevas metas y propósitos grandes.


Tiare Hermosilla Quezada.

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