Prontamente se cumplirán tres meses desde aquel lejano jueves 17 de Octubre de 2019, fecha en la cual nos retiramos del Estadio Sausalito con la alegría de un nuevo triunfo, que en ese momento, nos brindaba la esperanza de comenzar a respirar tranquilos, dejando atrás los puestos de descenso y prendiendo una leve ilusión de avanzar hacia la obtención de un lugar que nos permitiera llegar a una Copa Internacional. Sin embargo, todo eso se truncó drásticamente y a quienes amamos el Fútbol, nos ha convertido en unos nostálgicos, que forzadamente debimos acatar decisiones desafortunadas de quienes dirigen esta actividad.
La espera ha sido larga, las ansias han sido cada vez más intensas, y ya nos encontramos a pocos días de volver a ver abiertas las Puertas de nuestro hermoso Estadio Sausalito para reencontrarnos con este amor tan apasionado y verdadero que se llama Everton de Viña del Mar.
Este Sábado 18 de Enero de 2020, será la conclusión de nuestro sufrimiento. Nuevamente volveremos a acompañar a los jugadores que nos representan en la cancha, apoyándolos para que brinden su mejor esfuerzo en hacer de Everton un Equipo ganador, un Equipo que retribuya nuestro cariño imperecedero, dándonos alegrías y satisfacciones que nos permitan sentirnos Orgullosos y nos hagan soñar con un futuro esplendoroso.
Dar la más cordial bienvenida a Jugadores que vuelven a vestir nuestros colores, no solamente por un contrato profesional, sino porque además, sienten un cariño especial por nuestra institución, que espero transmitan y contagien a aquellos que se mantuvieron en el club y, por sobretodo, a aquellos que por primera vez defenderán nuestros colores Oro y Cielo, para amalgamar un plantel que demuestre cada fin de semana que es capaz de obtener logros basados en la Unidad, el trabajo en Equipo y el Liderazgo de un Técnico que con simpleza, humildad y sabiduría, tendrá la misión de convertir nuestros sueños en una feliz realidad para este nuevo Campeonato Nacional de Fútbol año 2020.
Por ahora, no hablaré sobre aspectos técnicos o tácticos de nuestros jugadores ni de los rivales, sólo quiero transmitirles la emoción y la ansiedad que me embargan por estar nuevamente sentado en el Estadio Sausalito viendo la presentación de nuestro nuevo plantel en una simbólica Noche Oro y Cielo, y estoy seguro que muchos y muchas de ustedes tienen las mismas sensaciones y deseamos solamente volver a sentir nuestro corazón latir con este amor tan puro, sincero, natural, inexplicable, incondicional y, por sobre todo, eterno por Everton de Viña del Mar.
Que este Sábado 18 de Enero tengamos un Feliz Reencuentro.
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