lunes, 29 de enero de 2018

Partidos con Historia: Everton vs Iquique

En aquella temporada del campeonato de 1999, Everton luchaba palmo a palmo el retorno a la primera división contra Unión Española, Santiago Wanderers y Provincial Osorno.
Una serie de resultados de los rivales, privó al equipo Ruletero subir a la primera división de manera directa, obligando al equipo de Viña de Mar a jugar la liguilla de promoción frente al penúltimo equipo de la serie de honor. El rival de turno sería Deportes Iquique.
Las fechas establecidas para la última oportunidad de tomar el tren de regreso a primera fueron el 16 y 22 de diciembre, La ventaja de cerrar de local la tendría el cuadro del norte.

Iquique estaba en problemas: Los serios problemas económicos, incrementados al final del año por sueldos impagos, gatillaron en la renuncia de varios jugadores antes de la liguilla. Los celestes en la necesidad de cumplir, obligados por la ANFP, optan por jugar con juveniles estos vitales partidos, llegando a la “Ciudad Jardín” con la obligación de y el peso de lo que significa la vida o la muerte en el futbol: “El Descenso”.
Para el partido de ida jugado en el Estadio Sausalito, la gente como era su costumbre en aquellos tiempos, no falló. Asistencia de casi 18 mil personas. Pese a ser un día miércoles, la gente está con toda la ilusión de regresar a primera
Comenzado el primer partido de la llave, los Oro y Cielo marcan la diferencia desde el principio, abriendo el marcador a través de Rodrigo Riep. El buen futbol y las ocasiones generadas no se aprovechaban mayormente; se falla una y otra vez frente a la portería de los dragones. Un primer tiempo donde sólo se obtuvo una mínima ventaja.
Ya en pleno segundo tiempo, Everton cayó en una laguna anímica y futbolística. Los asistentes en las tribunas entregaban su apoyo incansablemente pero no lograban despertar al equipo que finalmente sólo marcó un gol. Una mínima y peligrosa ventaja que sembraba la incertidumbre para la revancha en calidad de visita.
La pasión y la organización se hicieron presentes en las galerías en el partido porque un grupo de jóvenes hinchas comandados por Octavio Ramos, su hermano Juan y algunos amigos, invitaban a la gente a reunirse para el partido de vuelta, el miércoles 22 de diciembre, en los patios de la antigua sede de calle Viana a escuchar el partido, en compensación a no poder tener el privilegio de viajar con en equipo. Esta idea, prendió de a poco, y el día del partido de revancha, llegaron aproximadamente unas 500 personas. Con cantos, gritos y aplausos, estuvieron atentos a todas las acciones del encuentro, reunidos alrededor de un minicomponente.
Llegó el día del partido. Everton saltaba a la cancha del Estadio Cavancha, con el marcador a su favor y la desesperación del rival que presentaba un plantel bastante mermado. La pelota comienza a rodar y prontamente se inaugura el marcador; siete minutos y Ariel “Fantasmita” Pereira anota el primero. El partido fue de principio a fin a favor de Everton, noventa minutos para que Leonardo Zamora, arquero Oro y Cielo, fuera sólo un espectador. Termina el partido, termina el paso por las penurias. Una vez más estábamos en primera. Los jugadores celebran junto a los valientes hinchas de la Barra Los Ruleteros que llegaron al norte, con la única idea de volver rápidamente a la ciudad jardín.


Everton llegaba a celebrar a Viña del Mar; la Municipalidad cierra calle Valparaíso para recibir al plantel, quienes bajan por agua santa provenientes desde el aeropuerto. La gente los aplaude y vitorea, ya en el bus cada más lento, los jugadores salen del interior y suben al techo, abrazados todo juntos, cantando y esperando pronto subir al escenario para compartir con los hinchas. Everton era de Primera y olvidábamos por el momento, las penurias del infierno.

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